Sólo introduce los términos de búsqueda y pulsa "Enter"
Pinus canariensis
Pinus canariensis
Nombre vulgar: Pino canario
Nombre científico:Pinus canariensis Sm. ex DC. In Buch
Familia: Pinaceae
Distribución: H P G T C endémico
Vegetación Potencial: Pinares de pino canario
Características: Árbol con corteza marrón rojiza, agrietada y cuya parte más externa se desprende en escamas, muy resistente al fuego, con hojas, denominadas acículas, dispuestas de tres en tres. Flores unisexuales, los conos masculinos agrupados en densos racimos amentiformes en el extremo de las ramas. Los conos femeninos formando una piña marrón brillante que contiene la semilla alada.
Comentario de Viera y Clavijo: “Árbol excelso, grueso, siempre verde, que formando los más dilatados y espesos bosques de Canaria, Tenerife, la Palma y Hierro ofrecen al botánico, una especie de pino, peculiar de ellas, digna de la mayor atención. Su corteza rugosa, hendida, rojiza, de consistencia ligera que llamamos “corcha”, sirve para hacer boyantes las redes de la pesca, y para otros usos. Al mismo paso, nada comprueba tanto la gran mole de estos colosos vegetales, que la constante tradición de que con la madera de un solo pino se cubrió la iglesia de los Remedios de la ciudad de La Laguna, actual Catedral de la Diócesis Nivariense, y que con la de otro, se cubrió también la de San Benito, extramuros de la misma ciudad. Cortado sobre la montaña del Realejo por un vecino de aquel lugar, este obtuvo quinientos pesos (moneda imaginaria que vale quince reales de vellón o tres tostones) de leña y un gran dornajo (pesebre hecho de un solo tronco de árbol ahuecado que suele tener forma de paralelepípedo más o menos regular) y que toda la celda provincial del convento de San Francisco de la Orotava se fabricó de un solo pino. Notorio es que todo el maderaje de nuestros edificios, el de la construcción de los barcos, las deformes vigas de los lagares, los chaplones (umbral, tabla gruesa, escalón) de muchos albercones (depósito regulador para la distribución de las aguas, estanque grande), los pimpollos altísimos para andamios, canales, para conducción de las aguas, hachos para alumbrarse los paisanos, pescadores y mariscadores de noche; el carbón, la brea, la resina, etcétera: todo nos la franquean y facilitan los pinos. Los más estimados de nuestros pinos canarios son los que tienen muy poca leña blanca y casi el corazón de su corpulento tronco es de tea madera sólida, incorruptible, olorosa, o algo bermeja, cargada de resina, bien que los otros pinos de poca tea, y mucha madera blanca, se prefieren para la construcción de bajeles y otros destinos. Se quema la tea para hacer la brea o pez negra. Del agua de la misma brea y del cocimiento de sus más tiernos retoños misturados con miel de abejas, se obtiene una medicina la cual es un antiescorbútico excelente.
El principal uso de la pinocha, las acículas secas caídas al suelo por gravedad, fue para empaquetar las piñas de plátano con destino a la exportación hasta mediados del siglo pasado. Técnica que desapareció con la llegada del desmanillado de la fruta y su envase en caja de cartón. En la actualidad la explotación forestal del pino canario continúa regulada y controlada. La plantación de pinos canarios se encuentra regulada administrativamente con fines de restauración de los pinares dañados principalmente en lugares donde se realizan explotaciones forestales reguladas o se han producido incendios la mayoría intencionados. La regeneración natural en los pinares protegidos y en los incendiados es excelente. Desde tiempos lejanos se recolectó la pinocha como cama del ganado. Con una prolongada posterior fermentación en estercolero se obtiene un excelente abono orgánico. Este uso sigue vigente bajo control y aprovechamiento como recurso municipal.
Flores masculinas de Pinus canariensis, pino canario