A MODO DE INTRODUCCIÓN GUIA BOTÁNICA DEL PARQUE DEL DRAGO DEL SEMINARIO DE LA LAGUNA
A finales del año 2002, el Cabildo Insular de Tenerife, nos ofreció la posibilidad de reajardinar el abandonado y degradado espacio, donde se hallaba herido y maltratado, el famoso Drago del antiguo Seminario, de la ciudad de San Cristóbal de La Laguna. Según nuestras consultas bibliográficas y de hemerotecas, el ejemplar era tan famoso como el desaparecido Drago espectacular de Franchi, internacionalmente admirado y descrito en la Villa de la Orotava, y el de la villa de Icod de los Vinos, actualmente integrado en un parque urbano municipal, diseñado mayoritariamente con especies endémicas de nuestra flora autóctona, cuya plantación se hizo siguiendo un modelo de jardín sostenible a través de la reconstrucción de la vegetación potencial del territorio, realizado también por nosotros. Uno de sus objetivos principales sería ofrecer a los visitantes, un espacio para la educación y sensibilización por la naturaleza en general, y la flora autóctona en particular, siguiendo las directrices de la UNESCO.
El Cabildo aprobó el proyecto en el año 2003 y nos pidió incluir en la plantación tres dragos que se hallaban ubicados, en un espacio vecino al Hospital de los Desamparados, en Santa Cruz de Tenerife, donde el autor de este prólogo, siendo consejero de dicha corporación (1971-1979), recuerda que se hallaba, entre otros, el taller de restauración de la Corporación Insular y la bomba de cobalto, infraestructura básica en aquel tiempo, para el tratamiento de las enfermedades cancerígenas. Aquel espacio, hoy lo ocupa una parte del centro cultural, Tenerife Espacio de las Artes, conocido por el acrónimo de TEA.
Poco después de la aprobación por el Cabildo de nuestro proyecto y antes de iniciar las plantaciones de las especies elegidas nos pusimos en contacto con el arquitecto D. Fernando Saavedra Martínez que, por aquellas fechas, dirigía las obras de restauración del Convento de Santo Domingo, antiguo Seminario Diocesano, propietario de la huerta donde se halla el Drago centenario. A ese respecto escribe el ilustre, culto y liberal sacerdote D. José Rodríguez Moure, primer cronista oficial en 1909 de la ciudad de los Adelantados, en su Guía Histórica de La Laguna, Tenerife, Instituto de Estudios Canarios 1930, lo siguiente:
“En 1916 adquirió el Seminario la hermosa huerta anexa al mismo y que pertenecía a los religiosos dominicos. En la citada huerta es muy visitado un hermoso ejemplar de drago (Dracaena draco) que, con el desaparecido del jardín de Franchi en la villa de la Orotava, por los efectos de dos violentos temporales huracanados en 1819 y posteriormente en 1867, y el actual de la ciudad de Icod, constituyen los más preciosos ejemplares de esta especie de que tenemos noticia”. El comentario del temporal de 1819 es aportación propia.
El arquitecto Saavedra fue el autor del diseño de los paseos del espacio, la elección del mobiliario y de una peana destinada a reforzar la situación de desequilibrio que ofrecía el lamentable estado en que se encontraba el vegetal. Debemos de reconocer que, sobre todo, en el diseño de la peana que refuerza la base, se debatió y estudió con detenimiento su construcción, se reflexionó detenidamente sobre la necesidad y la nueva estética de la obra. Al final, se decidió construirla y en la actualidad creemos que es una realidad acertada en ese entorno. Para la parte botánica se diseñaron cuatro ambientes en función de la vegetación potencial del territorio, que se desarrolla de manera natural desde la costa, hasta la zona de montaña, Tabaibales-Cardonales, Bosque Termófilo, Monteverde y Pinar.
Wolfredo Wildpret y Fernando Saavedra el 9 de marzo de 2003
En la presente guía botánica cada especie va precedida por su denominación científica y su nombre popular seguido de una amplia descripción, su protagonismo en la vegetación potencial y su presencia en los diferentes pisos bioclimáticos de la isla. Además, se destacan sus propiedades útiles histórico-culturales desde el punto de vista etnobotánico considerando parcialmente algunos textos publicados por el insigne polígrafo y naturalista D. José de Viera y Clavijo en su Diccionario de Historia Natural de las Islas Canarias (1866).
En cada descripción se han incluido algunos tecnicismos indispensables, con el fin, de facilitar una información útil para el público en general y, en especial, para los estudiantes visitantes de todas las etapas educativas, por supuesto también, de la universitaria. Se han rotulado varios carteles botánicos con los nombres científicos de las especies y se ha añadido un QR que enlaza con la presente guía botánica. De esta forma, los visitantes en su recorrido, pueden ampliar información y contenidos sobre taxonomía, descripción científica, distribución geográfica, piso bioclimático, vegetación potencial y usos etnobotánicos de la flora que se encuentra formando parte de los ambientes de este Parque Botánico. Los QR se han diseñado en diferentes colores, de manera que se pueda identificar la unidad de vegetación potencial que le corresponde. De este modo, el QR rojo se encuentra en las especies que participan del Tabaibal-Cardonal, el naranja en la unidad del Bosque Termófilo, el verde oscuro representa una especie del Monteverde y el verde claro una especie característica del Pinar.
En estas fechas que escribimos estas notas sobre los detalles más relevantes del inicio de los trabajos proyectados, han pasado 17 años. Durante el tiempo transcurrido hemos seguido cronológicamente la evolución de este jardín lo que nos ha permitido disponer de una documentación gráfica del cambio de aspecto, pérdida de especies, surgimiento y desarrollo de otras, etc. También, hemos tenido la suerte de haber podido observar novedades biológicas en el jardín a lo largo del tiempo transcurrido. Algunas, tan sorprendentes, como la formación de un pequeño dragonal incipiente, con varios ejemplares jóvenes, nacido en el entorno de la peana, donde los ejemplares más desarrollados, de porte medio, ya han ramificado por primera vez. Estas observaciones demuestran la vitalidad de la flora del jardín que, al estar tanto tiempo aislado y solo perturbado ocasionalmente, permite considerarlo no solo, como un lugar de ocio y de conocimiento, sino además, un espacio vigilado con posibilidades de centro de experiencias científicas y didácticas en un entorno cultural selecto de la ciudad de los Adelantados.
Para finalizar este pequeño preámbulo nos gustaría copiar unos comentarios escritos por el ilustre periodista, fundador del diario republicano, La Prensa, y Miembro de Honor del Instituto de Estudios Canarios D. Leoncio Rodríguez González (La Laguna 12.04.1881 - Santa Cruz de Tenerife 8.01.1955) publicado en su libro “Los árboles históricos y tradicionales de Canarias” editado en Publicaciones de La Prensa en el capítulo Los Dragos de Canarias. Respecto al drago del Seminario escribe:
“Otro de los dragos notables de la isla por su majestuoso porte y amplia y contorneada copa es el de Santo Domingo en La Laguna, era el horóscopo de los campesinos para sus barruntos del tiempo. Si el drago florecía por el lado norte, el año está de lluvia en los altos, si por el sur, tiempo de costa. Y, ¡ay de nuestros campos cuando los dragos no florecían! A este propósito, un observador anotó el hecho de que, en el año 1851, que fue de espantosa sequía en la isla florecieron todos los dragos al llegar el mes de agosto. Al siguiente invierno las lluvias fueron generales en las islas y, costas y medianías, se cubrieron de verde sementares”. Uno de nosotros cree en estos barruntos de nuestros antiguos campesinos, con ligeras variantes obtenidas personalmente en el campo. Con esta reflexión del ilustre periodista lagunero y consumado dendrólogo, defensor de nuestros bosques, damos por finalizado estos comentarios con una reflexión personal.
“Es a través de una más y mejor educación de la ciudadanía, basada en el conocimiento de la historia de nuestra cultura, hasta el presente tecnológico, el modelo fundamental para alcanzar el equilibrio y respeto hacia la Naturaleza, tan amenazada, en el momento presente”.
Wolfredo Wildpret de la Torre
Catedrático emérito de la Universidad de La Laguna